El Ferrocarril llegó
a México por allá hacia los años 1850. De esa histórica fecha son muchas de las
piezas que podemos encontrar en el famoso Museo Nacional de los Ferrocarriles
Mexicanos, en la ciudad de Puebla.
Este renombrado museo
fue inaugurado en el año 1988 con el fin de rescatar, preservar y estudiar el patrimonio propio de
los ferrocarriles de México.
En la actualidad este museo se erige sobre la antigua estación del Ferrocarril Central Mexicano que fue inaugurada en 1869 por el gobernador de aquel entonces,
Benito Juárez. También el museo comprende a otra vieja estación de ferrocarril, la del
Mexicano del Sur, y en ambos recintos se puede admirar centenares de objetos y
elementos que hacen a la cultura ferroviaria: locomotoras de vapor, diesel y
eléctricas; silbatos; coches de
pasajeros, furgones; grúas y demás
mobiliario típico de estos lugares de alberge de trenes.
El patrimonio histórico del museo también se compone de un archivo de suma importancia como documentos, revistas, folletos, libros, planos, películas y fotografías que conforman el valioso acervo gráfico con el que muchos estudiosos, investigadores y científicos fundamentan sus importantes trabajos relacionados con la cultura ferroviaria.
Remontándonos a la
historia del lugar, podemos mencionar que luego de su inauguración en 1869,
cuando cumplía las funciones propias de toda estación de tren: tránsito de
pasajeros y de carga; las estaciones donde se erige el actual museo fueron cerradas
hasta que en 1960 reabrió sus puertas pero con el motivo único de usar estas
instalaciones como transporte de cargas, hasta que en 1974 cierra de nuevo,
pero esta vez de manera definitiva.
Tal como sucede con
terrenos que quedan al abandono, muchas veces el predio que contenían a estas antiguas estaciones fueron usadas con
fines comerciales de forma pasajera, y hasta fue ocupado como lugar
habitacional en el año 1985.
Fue en este año
cuando el Instituto Nacional de Antropología e Historia de Puebla decide
iniciar la recuperación de este lugar cultural y pasa a declararlo como
monumento histórico.
En la actualidad el
museo cuenta con las colecciones ya nombradas que sirven también como medios
pedagógicos y didácticos ya que muchos colegios primarios y secundarios
desarrollan una serie de proyectos que abarcan los conocimientos de este tipo
de cultura y la visita a sus inmediaciones.
Recuperando, de esta manera, el interés y la importancia por el enorme
patrimonio ferroviario con el que cuenta el gran estado de Puebla.
Por otra parte, cabe
aclarar que hoy el Museo es pertenencia del Consejo Nacional para la Cultura y las
Artes, ya que pasó de ser un Monumento histórico a Centro Nacional para la Preservación del Patrimonio
Cultural Ferrocarrilero, adquiriendo mayor relevancia y estatus no sólo
histórico sino también político, económico y social.
El Museo Nacional de
los Ferrocarriles Mexicanos se convierte en una visita inolvidable dado que las
colecciones ferrocarrileras que resguarda este sitio histórico no se encuentran
en ningún otro sitio de Latinoamérica; lo que transforma al lugar en un único y
excepcional.
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