De la mano del INAH (Instituto Nacional de
Antropología e Historia) este sitio sombrío fue rescatado y puesto en
condiciones como museo, habilitado desde 1985.
Este espacio funcionaba hasta 1979 como la
antigua Penitenciaria y forma parte de la historia de Sonora, por eso mismo fue
reacondicionado y convertido en lo que es actualmente. Aquí hay pedazos de
historia que vale la pena contar.
Fue proyectada y edificada por el ingeniero
francés Arthur Francis Wrotnowsky hacia finales del siglo XIX, y abierta en
septiembre de 1908.
Está ubicado en cercanías del Cerro de la
Campana y a las rocas del cerro se les dio uso en la construcción.
En el interior contaba con celdas
acondicionadas de manera básica para los internos, quienes realizaban varias
actividades de esparcimiento para no perder la razón en un espacio tan pequeño.
Aun hoy en día se puede apreciar dentro de este recinto convertido en museo un
retrato de la Virgen de Guadalupe, que en el año 1973 un preso anónimo dibujo
en una de las celdas que hoy conforman la sala 8 y 9 del museo. Era llamado El
Altar por los convictos.
Al abandonar este terreno, el INAH
inmediatamente tuvo la intención de ponerlo en marcha y el estado de Sonora le
concedió al Instituto la posibilidad de utilizarlo. Ambas partes acordaron que
sería un museo relacionado a la historia de Sonora y al ámbito social. De allí
en más comenzaron las refacciones y el acondicionamiento del edificio, sin
modificar al modelo arquitectónico de prisión.
Este particular museo posee 18 salas de
exposición, junto con 5 puestas para las muestras temporales y un salón
auditorio con un espacio para 150 personas.
El sector de la planta alta se modifico para
poner las distintas oficinas, los talleres y el laboratorio con los que cuenta
este museo.
En planta baja se mantienen las antiguas
celdas a modo de exhibición.
Dentro del museo se realizan visitas guiadas
para escuelas y para los turistas, un local donde se pone en conocimiento la
tarea del INAH en los distintos lugares en donde trabaja, con sus folletos
informativos de otros atractivos turísticos y libros, bar con su expendio de
comida y bebida, estacionamiento y baños.
Funciona además en Taller de Museografía,
Restauración y Montaje.
A través de los tres niveles que tiene este
espacio nos encontramos, además de la historia de la penitenciaria, con la
historia de Sonora desde sus inicios hasta la postmodernidad con muestras
paleontológicas, de etnografía e historia. Se destaca también, dentro de las
muestras permanentes el relato de la resistencia que pusieron los distintos
nativos, entre ellos, los Seris, Mayos, Yanquis y Guarijíos, contra la
conquista de los españoles.
Entre las piezas destacadas dentro de la
exhibición nos podemos encontrar con armas, armaduras, escudos, como así
también con objetos utilizados para la religión y herramientas de uso habitual.
Hay en
exposición elementos de la revolución Mexicana, esculturas de los antiguos
nativos de tiempos prehispánicos, muchísimas cosas más para mirar y aprender.
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