Chetumal, la capital del estado
mexicano de Quintana Roo, es una localidad que posee una fuerte impronta
cultural e histórica. Este paraíso de arenas blancas y aguas turquesas no es
uno de los destinos más conocidos dentro del circuito turístico mexicano,
muchos sólo la reconocen como la ciudad de frontera que une a México con el
vecino país de Belice. Pero quizás sea esta una de las características que lo
vuelve aún más encantador.
Un poco de historia
Estas tierras, cargadas del
mágico aire caribeño, fueron alguna vez un cacicazgo maya. Y es que incluso el
nombre de Chetumal proviene de la
lengua maya, estando formado por los vocablos ch’aak te’, que significa árbol rojo, y mal, que significa abundancia, lo que vendría a traducirse por
“lugar donde abundan los árboles rojos”. Su tradición incluye la de esta enorme
civilización mesoamericana, su importante legado cultural y científico que
sigue presente en sus descendientes. Incluso en su historia hubo una princesa
maya que se casó con un náufrago español, quien decidió adoptar la cultura de
los nativos americanos convirtiéndose en un importante jefe y miembro respetado
de la comunidad. Ésta es la historia de Zazil Há y Gonzalo Guerrero. Los hijos
producto de este matrimonio son considerados los primeros mestizos americanos,
y es por ello que a Chetumal también se la conoce como “La cuna del mestizaje”.
El nombre con que fuera bautizada
posteriormente la ciudad, fue la de Payo Obispo, una pequeña localidad
fronteriza. Fue durante el gobierno de Salvador Alvarado que se produjo un gran
crecimiento, al resolver éste la devolución de la ciudad de Santa Cruz del
Bravo a los mayas, a quienes pertenecía originalmente, trasladando la capital
de Quintana Roo a Payo Obispo. Luego, durante el gobierno de Rafael E. Melgar,
la ciudad tomó el nombre actual de Chetumal, debido a un decreto que resolvía
retirar cualquier nombre religioso a los pueblos y ciudades de la región.
Parque de Los Caimanes
En este artículo te contamos un
poco más sobre el Parque de Los Caimanes, uno de los atractivos más pintorescos
de la localidad, para que no te lo pierdas en tu próximo viaje.
Éste es un hermoso parque
arbolado ubicado en el corazón de Chetumal.
Es uno de los más antiguos y posee en su centro una bella estatua por la cual
el parque recibe su nombre, obra del escultor colombiano Rómulo Rozo. Es el
lugar ideal para escapar del bullicio de la ciudad y relajarse bajo sus
preciosos árboles, descansar en sus bancos viendo como transcurre el devenir
cotidiano de la ciudad y la vida de sus habitantes, leer un libro, o disfrutar
de un picnic con amigos, en familia o en pareja. Incluso hay instalaciones
deportivas en las cuales recrearse, como canchas de basketball y juegos
infantiles para entretenimiento de los más pequeños.
En uno de sus costados se
encuentra el Jardín de Niños Benito Juárez, la Iglesia del Sagrado Corazón de
Jesús, y dentro del Parque se puede conocer la Casa de la Crónica de Chetumal. Esta casona de madera de
estilo colonial inglés, que predominaba durante la primera mitad del siglo XX,
posee dos pisos y techo de lámina. Aquí puede conocerse un poco más sobre la
maravillosa historia de la localidad. En su sala principal puede apreciarse una
muestra fotográfica que nos invita a adentrarnos en las distintas etapas de su
desarrollo, entre las cuales sobresalen las dedicadas a la fundación de la
ciudad y sus protagonistas, el huracán Janet y el crecimiento de la misma hacia
la modernidad.
La importancia de la Casa de la
Crónica es grande, y por distintos motivos. Quizás uno de los más destacados
sea el trágico hecho que sufrieron los habitantes de Chetumal en el año 1955, cuando la localidad fue casi
completamente arrasada por el huracán Janet de categoría 5, dejando atrás un
saldo de aproximadamente 500 muertos y perdiendo su aspecto de ciudad caribeña
con coloridas casas de madera. Muchas de estas casas fueron arrancadas desde
sus cimientos y “aterrizaron” en otros lugares de la ciudad, por lo que los
chetumaleños las conocen como “las casas voladoras”.
Además, la Casa de La Crónica
ofrece a estudiantes de todos los niveles, académicos e investigadores,
información sobre la ciudad e incluso posee una biblioteca. Pueden visitarla
tanto locales como turistas y visitantes, no es necesario contar con un guía
debido a que debajo de las fotografías existen pies que explican lo que puede
apreciarse en la imagen.
Sin lugar a dudas, este espacio
se erige como un testigo silencioso en el centro de la ciudad, siendo uno de
sus legados históricos y culturales más importantes. Recorre el Parque de los Caimanes en tu viaje a Chetumal y
sumérgete en su trágica, romántica y apasionante historia.
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