Las navegaciones por las aguas del Lago Argentino son experiencias grandiosas de contacto con los tesoros naturales más preciados del territorio patagónico. Pero el potencial de las excursiones no se agota en los avistajes de los glaciares, durante los recorridos por los brazos y canales del Lago, hay otro mundo compuesto de pequeñas cosas que hacen del paseo otra parte importante de la aventura. Estos puntos, a menudo menospreciados, ofrecen hermosos paisajes y vistas ideales para admirar y fotografiar.
A lo largo de toda su extensión el Lago posee rincones y puntos únicos en donde es imposible no detenerse y admirar el paisaje. Uno de estos sitios claves para olvidarse de todo y dejarse cautivar por la belleza del entorno natural es la Boca del Diablo. Se trata del punto más angosto de todo el Lago, de aproximadamente 800 metros de ancho. Se ubica en proximidades del Puerto Punta Bandera, dividiendo las estancias Punta Avellaneda y La Unión. Está cercado por dos extensiones de tierra que extienden sobre la superficie del Lago, limitando el cauce de agua que puede pasar. A ambos lados se levantan pequeños cerros cuyas laderas están pobladas de ejemplares de lengas y ñires. Sobre estas especies es frecuente observar el vuelo de una de las aves más populares de la región: el cóndor andino.
Este pasaje natural es considerado por muchos la entrada al Brazo Norte del Lago Argentino, punto de paso obligado de todas las excursiones lacustres que se dirigen hacia los glaciares Upsala Onelli, Agassiz, Bolado y Spegazzini. Al atravesar este punto e introducirse en el Brazo Norte, las embarcaciones comenzarán a dar con grandes bloques de hielo y témpanos que se desprenden de los glaciares y se depositan sobre las aguas del Lago. El panorama al navegar este estrecho paso es increíble; a los alrededores cerros forestados, arbustos y sobre el agua grandes témpanos de hielo desplazándose por el Lago Argentino. Una postal que no se puede dejar de fotografiar, aun sintiendo que la captura no hará justicia de semejante paraíso natural.
Los turistas a bordo de las embarcaciones que navegan por este sector del Lago, quedan cautivados al atravesar la Boca del Diablo. Durante el paso por este punto, los guías recomiendan a los pasajeros abandonar lo que estén haciendo para apreciar la belleza del entorno. Un silencio invade la zona y cada uno de los turistas se hace partícipe de este espectáculo registrando con sus cámaras el imponente paisaje.
Si durante su estadía en Calafate, decide realizar alguna excursión lacustre a los glaciares Upsala, Spegazzini u otros, se recomienda estar atento en al navegación para no perderse este paso. Un punto único del Lago Argentino, rodeado de un paisaje increíble. Al pasar por allí se aconseja tomar la cámara fotográfica e intentar capturar el particular entorno de Boca del Diablo. De ahí en más lo que resta es admirarlo y dejarse cautivar.
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